Corre el basto río a mis pies
mientras hojas de otoño caen,
danza fugaz y acompasada
del frío que el invierno trae.

Hondo en la maleza se ocultan
quienes hace poco jugaban,
en los verdes prados al sol
a la espera de la alborada.

El sol va menguando su fuerza
y negras nubes se abalanzan,
para cubrir su débil luz
trayendo frío y desconfianza.

Pronto blancos copos caerán
y la verdura será blanca,
hasta que mueran los tres meses
y tú, nieve, estés derramada.